Me pongo las medias caladas guardado en el fondo del cajón, mi shorts de mezclilla que generalmente la uso bajo los vestidos para evitar cualquier accidente visual, las uñas pintadas de un dolado con brillos, un peto negro, los labios bien rojos y los ojos marcadamente negros, sin olvidar el collar de cuero con puntas ahogando mi ( ni tan fino) cuello ( es una adquisición reciente, ya que no es de mi gusto andar con cuellos con punta), me pongo las botas de siempre, pero ya no acompañada de vestidos floreados y delicados.
Hoy me disfrazo ( en realidad ayer), con mi ropa guardado, algo presente, pero que hace tiempo las intentaba olvidar, mis piernas vieron un poco la luz, entre los cuadrados pequeños del diseño de mis medias rosadas... intenté ser una punky porque tenia la obsesión momentánea con nancy y sid vicious. le puse un candado al cuello de mi novio, y yo mantengo las llaves en mi cadena.
Aun siendo un disfraz para un encuentro con la gente de siempre (eso es bueno), pero en una ocasión especial y tierna
no lo quise sentir como un disfraz, porque el 90 % de lo que cubría mi piel, la usaba a cierta edad y hasta los primeros años de la universidad (aclaro que todavía soy estudiante)
Abandoné lo que en realidad era una parte de mí?, y ese disfraz solo era una liberación oportuna camuflada en una ocasión como halloween .
Me pregunto si me atrevería andar como ayer, mostrando mis piernas, mi shorts que acentúa mi trasero creando la ilusión inflada de algo que en los días cotidianos es completamente plano, me sorprende que en algún momento caminé por la sala de la universidad así, sin importar las opiniones de algunos que desaprobaban mi vestir.
En fin, espero un día levantarme y aprovechar lo que todavía puedo usar y crear en mí.
confieso: soy una semi-reprimida
foto: Ninagawa Mika