Por qué esperamos una tragedia para confirmar lo que siempre sentimos por esa persona, nos escondemos en la cotidianidad, le bajamos el perfil a muchas cosas que en un comienzo de la relación eran todas relevantes hasta que llega un momento en que piensas que es un deber que él te sonria con una ternura, que te tape con la sábana para que no te resfries y te mire un momento como roncas (yo no ronco ) o tienes abierta la boca mientras duermes... te espera en el paradero si llegas muy tarde a casa, varias cosas que pensamos que es lo que él deberia hacer, pero que en realidad si no fueras tú simplemente no lo haría.
Así en vez de agradecer o sentirte amada, le dices que no es necesario que lo haga, que te deje tranquila, que puedes hacer las cosas sola, y sin querer dejas de lado ese sentimiento que te unio a esa persona, y nos convertimos en una malcriada, desconsiderada y llegamos a descubrir lo peor de uno, ese rostro de desprecio que jamas le mostrarias a los demás se las muestras a él con una facilidad porque confias que él seguirá ahí y terminas pensando solo en tí.
Hasta que tiene que suceder algo, que te demuestre que aun te hayas comportado de la peor manera, está ahí cuidandote, intentando saber que es lo que sucede.
Es la envidia acumulada por no poder ser tan sincera como él, que quieres hacer más cosas por esa persona, pero te limitas sola y te enoja que para él sea tan facil decirte que te ama y te mire con esa amabilidad y uno tan torpe, en realidad es la torpeza que no nos deja ser cursi...
Y llega un momento en que explotas, corres hacia él, te abalanzas sobre su cuerpo y lloras desesperadamente, rogandole que te deje estar en él... pronunciando varias veces que lo amas... y él está ahí sin decir palabra, no entiende esa catarsis de culpa repentina, porque él aun a falta de ello sigue seguro de su decisión de permanecer contigo.
maya
foto. In the mood for love, director: Wong Kar-wai