monorriel, paradero, paso por el museo contemporaneo de Chiba y luego a casa a recostarme en el tatami, un día no cualquiera.
vuelta a japón año 2008.
Mi primer blog, algo que me rehusé mucho tiempo, por temor a no tener nada de interes para los demás, pero me atrevo... no hay que pensar muchas cosas solo escribiré y punto... bienvenido a mayaworld, mundo de una niña con perspectiva mitad chilena y mitad japonica foto: tomada por mí desde el departamento de mi familia en japón.
Mi aprehensión hacia las cosas en ocasiones es extrema, pero a la vez me desprendo fácilmente de las cosas y quedo en pugna...
Me critican mucho porque tengo cosas que la gente cree innecesarias (adornos, un peluche baratisimo de un oso que me cautivó por sus pequeños ojos, cuadernos, libretas, goma de borrar, lapices que abundan, etc), o porque simplemente tengo cosas y sí me cuesta prestarlas, tal vez sea un complejo de hija única imposibilitada de compartir, pero no me comprenden, las cosas que no me despego es porque ya siento que compone algo de mi identidad, ese color, tejido, brillo, textura, pero principalmente color (es fácil todo ejemplificar con vestimentas), porque creo en mi mente una imagen, de algo que quiero llegar a ser u obtener, y me esfuerzo en buscar en la ciudad lo que mi mente en algún momento diseñó para mi cabeza, cuerpo, estante... cuando lo encuentro mi imaginación queda satisfecha y pagada.
Pero sí me despego en un dos por tres de las cosas que hasta un momento creía importante, y aun lo siga creyendo, tengo un problema de torpeza en que no puedo tener más de dos cosas en las manos, así aunque estaba fascinada hace un segundo con una gorra morada tejida con adorno de una pluma al costado, recién adquirido, pensando en encontrar la llave de la maleta la dejé tirada por ahí, es más una vez no retiré mi maleta en el aeropuerto, me justifiqué claro diciendo que era la primera vez que viajaba sola y me permitieron volver a la área restringida y muchos sucesos más, aclaro que normalmente encuentro la generalidad de las cosas.
también soy buena en regalar de un momento a otro, de sorpresa, así que ahí compenso mi mal habito de no poder compartir ciertas cosas ( digo ciertas cosas porque me justifiqué bastante anteriormente), pero esa sensación surge de repente, si observo que lo desean tanto, así me ha pasado que me he desprendido de algún prendedor o accesorio para adornar a otra tanto con el accesorio como la sonrisa que nace junto a los ojos bien abiertos por la sorpresa...
así me encuentro en pugna, aprehensión y mi desprendimiento voluntario o por descuido, aunque en mi interior sincero creo lograr una compatibilidad.
cosas cosas cosas
Caminando por el subterráneo (subte) en Buenos Aires
por ahí dando vueltas conjugando la ilusión no solo en mi nombre, sino en mis recuerdos, todo lo que suceda frente a mis sentidos se guarda en ese momento y vuelvo a la cotidianidad negada y ansiada (ansiada en reencontrarme con el que me espera cada vez que despego a algún lado, está ahí en la tierra contando los segundos a que vuelva y me lance en sus brazos, esta vez el abrazo fue pequeño equivalente a una semana)
lo extrañé
me aprecié
me reencontré
y ahí me volví...
foto: yo con mi gorro con pluma (no se ve las plumas en la foto) en el subterraneo