viernes, 26 de noviembre de 2010

11/07/06 cuaderno marzo 2006


tengo miedo, mucho, por qué debo renunciar a mis sueños, cuando uno es pequeña se nos enseñan a soñar, imaginar, nos felicitan si dibujamos y nos dicen que seremos artistas.

y más tarde si se desea de verdad serlo, aparece de la nada la "planificación de la vida de nuestra hija" y flotan las dos opciones, derecho o medicina

¿cuál prefieres?...

al final la culpa no es mía, no es de los padres, ni del jefe, ni de los malos empleados, en sí la sociedad está enferma, frustrada y funesta. cómo quieren que el humano sea más amable, respetuoso y capaz de amar a otro, si lo que nos rodea es la desesperanza...

al principio soñamos con ser, pero al acercar cada vez el momento de dejar la enseñanza media, ya no seremos, sino seremos los mejores empleados para que mi hijo o hija pueda conseguir el sueño que la madre no pudo alcanzar.  La primera caída, a los dieciocho años.

nos tiran hacia abajo si hablamos y clamamos la paz y el amor, nos tachan de comunacha, que no sirve arreglar el mundo, que todo es imposible, y que a las personas se les ama según el recurso que tenga.

maldición, a la cresta todo.

tengo dieciocho años, sueño con ser escritora y que la gente conozca mi existencia, mi nombre. tengo el temor de ser olvidada, el temor de solo ser uno más de la gran masa.

me llamo Maya.


ps. algo escrito a los dieciocho años, algo sincero de esa edad, tal vez sea muy diferente a lo que dice ahí o que sea lo contrario a lo que quería, pero no por eso voy a esconder una parte de mí, que decidió personalmente a caminar por otro rumbo y que gracias a lo que era estoy como estoy. recordar es bueno, por ahí tal vez reproduzca lo que escribía en mis cuadernos, si escribí tanto en esas hojas no quiero que solo queden guardados en el estante. 

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