recordar y extrañar

Quiero ser una burbuja rosada y flotar en las tinas de las personas que  extraño mucho y envolverlas con aroma a lychee y bañarlas...

A esas personas que seguidos venían a mi pequeña habitación, a expresarme sus emociones o a solo hacer transcurrir las horas que nos parecían eternos y que no creíamos jamas en su alteración..

a esas personas que venían a disfrutar el té servido por mí, soportando el té verde, o a saborear un café dulce, en ese momento eramos muy pequeños para disfrutar el café negro...

a esas personas que encontraron un amor en este espacio amarillo, escuché muchas confesiones, hasta una para mí, hasta uno hecho por mí,y las correspondientes desilusiones o la unión en su caso.

muchas lagrimas mojaron mi cama grande en ese entonces, nos sentamos a comentar cada sucesos, conversé con muchos, observé como desprendían las lagrimas de sus ojos por desamor o por experiencias que la vida nos otorga a cada uno en que dramatiza nuestra existencia, y por un momento creemos en que estamos en una tragedia y verdad que algunos lo son, así compartí con las personas que quise desnudándome completamente frente a ellas como maya, sin nada más, conociendo cada parte de mis emociones y sentimientos, enojos, lagrimas, risas, sonrisas, y por qué no solo el rostro sin expresión, si a veces compartíamos hasta esos momentos que ya nada pinta el rostro, tal como somos en nuestra soledad...  

Algún día reabriré la cantina o la posada como algunos llamaban  mi hogar, para servir el hidromiel a algunos o a otros el simple té, café y arroz con salsa de soya con obligación de usar el ohashi (palillos)

 simplemente extraño

a todas esas personas que alguna vez dejaron caer sus pasos y depositaron recuerdos en esa  habitación que pronto dejaré.

Maya

Fotos: Lo que hay en mi hogar amarillo tomadas por mí (excepto el arroz blanco con mantequilla que es de la novela Shinya shokudo) y la foto en que aparece mi rostro la tomó él.