Para desarrollar la compasión, primero es importante entender que entre ustedes y los demás, los otros son más importantes, porque son mucho más numerosos.
Nuestros problemas se deben a un apego apasionado a las cosas y a deseo que nunca se satisfacen por completo, entonces generan aún más angustia. Percibimos a las cosas como entidades permanentes. En el empeño de conseguir estos objetos de nuestro deseo, empleamos la agresión y la competencia como herramientas supuestamente eficaces, y nos destruimos cada vez más en el proceso.
Cuando dudo de mi existencia, me pellizco.
Aunque haya religiones diferentes, debido a distintas culturas y tradiciones, lo importante es que todas coinciden en su objetivo principal: ser buena persona y ayudar a los demás.
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